Sunday, February 24, 2008

Dinastías del Poder

Los “Bush”, ahora los “Castro”, e hipotéticamente los “Clinton”. No es coincidencia sino todo lo contrario. Familias políticas heredándose el poder se dan en muchas partes, y desde luego, en Estados Unidos, y por qué no, también en Cuba. Padre a hijo, hermano a hermano, y esposo a esposa. Nepotismo puro y nada más.

En China, las dinastías eran la regla y no la excepción. Desde el año 2183 antes de Cristo hasta 1911 de nuestra era, cuando el último emperador chino fue depuesto por los Republicanos, las dinastías dominaron la política en China. Estas quedaron finalmente suprimidas del poder por fuerzas las Comunistas de Mao Tse Tung en 1949. En Occidente, las “dinastías” de las que hablamos en sentido figurativo —claro está— no son institucionalizadas ni son la regla. Pero las familias políticas existen.

La prueba más fehaciente y contemporánea de ello es la familia Bush. Padre e hijo del mismo nombre han estado en la Casa Blanca un total de 19 años: George Herbert Walker Bush, como Vicepresidente 8 años en el mandato de Ronald Reagan (1981-1989), y 4 años como Presidente (1989-1993); George Walker Bush, 7 años como Presidente (desde 2001). Cuando el actual presidente termine su segundo periodo, se completarán un total de 20 años de apellido Bush en la Casa Blanca. Esta no es la primera vez que padre e hijo se sucedieron el poder; la primera fue cuando John Adams (1797-1801), and John Quincy Adams —su hijo— (1825-1829) se convirtieron en presidentes de Estados Unidos.

Hablar de una “dinastía” Clinton es simple y sencillamente en principio, ya que Hillary, la esposa de Bill Clinton no tiene ni siquiera asegurada la nominación de su partido. Pero el concepto de nepotismo de convertirse en parejas del poder siendo miembros de la misma familia es el mismo. Hillary aspira a ser la primera mujer en gobernar los Estados Unidos. De llegar esto a ocurrir, automáticamente la historia de este país registraría al primer matrimonio en ser ambos presidentes. Pero esto aún está por verse.

Así llegamos a otro caso —este sí consumado— de Fidel Castro y su hermano Raúl. El hermano menor del revolucionario convertido en dictador fue “elegido” el domingo 24 de febrero de 2008, como el nuevo presidente de Cuba. Nepotismo total. A reserva del tiempo que Raúl Castro permanezca en el poder, este apellido y tipo sanguíneo ya ha gobernado a la Isla por casi medio siglo.

El nepotismo, a decir verdad, es más raro en el poder político que en el mundo de los negocios. Los hemos visto tanto en grandes corporaciones como en “changarros” de barrio: el control transmitido de generación en generación. En el ámbito de compañías y negocios en pequeño privado, la práctica es más que aceptada. Pasarle la estafeta al vástago, el cónyuge o hasta el o la amante no es nada raro. Pero en el servicio público es en principio inaceptable.

No soslayamos el hecho de que el sistema político y el proceso electoral en Estados Unidos y en Cuba son diferentes en extremo. En cada caso siempre habrá maneras de justificar la transferencia de las riendas a un familiar. Pero el teje y maneje de las familias políticas es esencialmente el mismo, y casi siempre, “infalible”. O ¿será mera casualidad que el “elegido” resulta ser el miembro más allegado miembro la familia?


Derechos Reservados por el autor ©2008

Saturday, February 23, 2008

¿Adiós Hillary..?

Phoenix, Arizona.- Muchos piensan que Barack Hussein Obama nunca llegará a ser presidente de Estados Unidos. Muchos dicen que si su inexperiencia, que si su nombre, que si su color de piel. Otros lo imaginan como un estratega mundial carismático, renovando en el mundo la cacheteada reputación internacional de este país. Lo cierto es que hoy por hoy en el fragor de las primarias, Obama sigue “kicking Hillary’s butt”, firme e imparable. La señora de Bill Clinton, primera dama por ocho años en la Casa Blanca, senadora demócrata por Nueva York, está estrepitosamente cayendo en el mismo escenario que se preparaba para celebrar supuestamente a la primera mujer presidente de Estados Unidos. No tan rápido.

Pocos dudan que Hillary sea una persona capaz e inteligente. Quizás, si la tendencia que la lleva cuesta abajo en la carrera presidencial cambia, ella pudiera ganar la elección presidencial y llegar a ser una buena mandataria. Nadie lo sabe. La política de veras no es cosa de andar adivinando.

Por ahora, desafortunadamente para sus aspiraciones presidenciales de hace mucho, mucho tiempo, le ha ido como en feria. Derrota tras derrota mientras su equipo de pre-campaña se tambalea y ruedan las cabezas. De seguir así —¡aunque todo, todo puede suceder!— Hillary Rodham Clinton pudiera ver su gran sueño de ser la primera presidenta diluirse en la estrepitosa y creciente ovación que se escucha cada vez con más fuerza en las presentaciones de Obama, “el joven abogado de Illinois”.


Y es que Hillary está sucumbiendo no por su sabida inteligencia ni su por sobrada experiencia, sino porque a través de Estados Unidos, en las filas demócratas, Obama se está convertido en un fenómeno social que anuncia cambio. Si el cambio viene o no es otra cosa, si Obama gana o no es otra historia, pero la gente está captando el novedoso discurso que ha venido resquebrajando el proyecto Hillary.

Que Obama llegara a ganar la nominación del Partido Demócrata está por verse, y aún de ser así, sería imposible predecir que llegara a ganar la presidencia. Pero por ahora, Obama continua una marcha avasallante hacia la muy posible nominación. Para muchos, su edad y su propuesta es ya un cambio —para bien o para mal— en sí mismo. Así, Obama se convierte en el candidato de la gente cansada: cansada de los mismos apellidos, cansada de la misma vieja guardia que ha pasado por la Casa Blanca, cansada de la política gastada de los más recientes presidentes estadounidenses.

Hillary aún pudiera recuperarse de sus estrepitosas derrotas y cambiar el rumbo de la historia de estas elecciones primarias. Por ahora el fenómeno Obama sacude los lugares en donde Hillary se suponía segura ganadora.

Thursday, February 21, 2008

Insuficiente, el Voto Latino para la Senadora Hillary Clinton

Phoenix, Arizona.- La respetada institución sin fines de lucro ni afiliación política, el Centro Hispano Pew, reveló hoy jueves 21 de Febrero su más reciente reporte titulado, “El Voto Hispano en las Primarias Demócratas Presidenciales de 2008”*. El informe se centra, a grandes rasgos, en la participación del electorado Latino en la presente carrera por la nominación presidencial de quien representará al Partido Demócrata en la próxima contienda por la Casa Blanca.

De acuerdo al Hispanic Pew Center, el electorado hispano “ha emergido como una circunscripción electoral potencialmente crucial
en la batalla entre los Senadores Hillary Clinton y Barack Obama.” El reporte surge en el preámbulo de las primarias a efectuarse el 4 de marzo en los estados de Texas, Ohio, Vermont y Rhode Island, considerándose Texas y Ohio como claves para avanzar, y posiblemente, asegurar la reñida nominación.

“Los Latinos ya han dejado una gran huella en las primarias y en las camarillas políticas hasta ahora”, informa Pew. “La porción del voto Latino de las primarias demócratas se ha elevado en 12 de los 15 estados para los cuales las encuestas de salida hacen posible comparar las porciones de la afluencia de votantes entre los años de 2008 y 2004."

El reporte cita que en el llamado Súper Martes, efectuado el pasado 5 de febrero, los Latinos votaron más por Clinton que por Obama, a razón de un promedio de casi dos por uno. Esto ayudó a la senadora a reclamar la victoria en el estado de California. Sin embargo, desde esa fecha, Obama se ha adjudicado más de una decena de victorias al hilo, tomando una impactante delantera por encima de su rival.

Mucha de la atención ahora se centra en las primarias en Texas, en donde “los latinos componen el 36% de la población total y 25% del electorado elegible”, apunta Pew. En base a que Hillary Clinton ha sido favorecida mayormente con el voto de Hispanos durante estas elecciones primarias por la nominación demócrata, el voto Latino en Texas pudiera devolverle la esperanza de nuevo, o bien terminar sus aspiraciones de llegar a la elección presidencial del próximo mes de noviembre.

Entre otras conclusiones claves de este reporte, el Centro Hispano Pew resume las siguientes:

— Los Latinos mostraron una marcada preferencia por Hillary Clinton en las elecciones primarias del Súper Martes, respaldándola por encima de Obama por un margen de 28% (Clinton: 63% vs. Obama: 35).

— Los votantes Latinos en las primarias demócratas del Súper Martes fueron destacadamente más jóvenes que en otros grupos étnicos y raciales. Más de uno en cada cinco votantes Hispanos en el Súper Martes tenía entre las edades de 17** a 20 años. En comparación, solamente una tercera parte de votantes de la raza blanca eran menores de 45 años en las elecciones del Súper Martes. (**Cabe aclarar que aunque la edad mínima para votar, proveída por la Constitución de Estados Unidos, es de 18 años, cualquier persona que cumpla los 18 años antes o en noviembre 4 —la fecha de la Elección General Presidencial de 2008— puede registrarse para votar en las elecciones primarias. Lo anterior solamente está en efecto en nueve estados del país.)

— Hombres y mujeres Hispanos de todas las edades, niveles escolares e ingresos votaron por Clinton sobre Obama en el Súper Martes. Por ejemplo: los Hispanos más jóvenes (entre las edades de 17 y 29 años) votaron en grandes números por Clinton (62%) que por Obama (37%) el 5 de febrero, en contraste con sus contrapartes blancos y negros. La diferencia en porcentaje a favor de Hillary Clinton fue de 25%.

— En el Súper Martes, los Hispanos fueron más propensos a decir que la raza del candidato fue un factor importante en decidir su voto—28% de Hispanos dijeron esto comparados con un 13% de blancos. De cualquier manera, los Hispanos quienes dijeron que la raza fue un factor importante, votaron por Clinton con casi el mismo porcentaje (64%) que Hispanos que dijeron que la raza no fue importante (63%). En contraste, los ciudadanos blancos quienes dijeron que la raza fue importante fueron más propensosn de votar por Clinton que lo que fueron otros votantes blancos. Y los negros que dijeron que la raza era importante (un 29% de todos los votantes negros) fueron más probables de votar por Obama que lo que fueron otros negros—el 87% lo hizo, comparados con 80% de negros que dijeron que la raza no es un elemento importante.

— Los ciudadanos Latinos fueron también más probables que los blancos de decir que el género de un candidato (femenino/masculino) fue un factor importante en sus decisiones de votación en el Súper Martes. Para los Latinos para quienes el género fue más importante, fueron más propensos a votar por Hillary Clinton que aquellos quienes dijeron que el género no era importante.

— Una mayoría de votantes Latinos en el Súper Martes (el 53%) dijeron que el problema de mayor importancia que enfrenta la nación actualmente es la economía, una porción mayor que la de votantes blancos quienes opinaron lo mismo (45%)

A pesar del gran apoyo que ha recibido del electorado Latino, Hillary Clinton ha sido superada ampliamente por Barack Obama desde el Súper Martes. Sus esperanzas están ahora centradas en poder imponerse a Obama en el Estado de Texas, en donde la presencia de Hispanos puede nominalmente darle la victoria a la senadora y ex-Primera Dama del país. De seguir la tendencia de votación a favor de Obama, Texas representaría el epilogo de quien aspira a convertirse en la primera mujer en llegar a ser presidente de Estados Unidos.

Faltan menos de 13 días para que se efectúen las elecciones primarias en Texas, Ohio, Vermont y Rhode Island. De estos cuatro estados, el peso del voto Latino sólo puede hacer la diferencia para Clinton en Texas. Será interesante ver si el voto Hispano que ha respaldado a Hillary Clinton le ayudará realmente a tratar de disminuir la distancia entre ella y el fenómeno llamado Barack Hussein Obama. Hoy por hoy, muy a pesar del voto Latino, Hillary parece haber perdido su atractivo con el electorado en general; sus estrepitosas derrotas lo demuestran. Esos 11 reveses consecutivos han tambaleado sus aspiraciones y le han restado la confianza y la seguridad necesarias para convencer a los votantes.

Tanto Obama como Hillary tienen una cita con la historia el 4 de marzo, pero sólo uno de ellos podrá contender como candidato demócrata en la madre de todas las elecciones —8 meses después— el 4 de noviembre.

NOTA: Citas del reporte traducidas por el autor de este artículo.

* Los lectores interesados que deseen leer por si mismos el reporte completo, “The Hispanic Vote in the 2008 Democratic Presidential Primaries” (en inglés), puede hacerlo en este link: http://pewhispanic.org/files/reports/86.pdf

Derechos Reservados por el autor ©2008

Fotografía por Yolie Hernández (Visita de Hillary Clinton a Phoenix, Arizona)